Diagnóstico y tratamiento de complicaciones en cirugía abdominal

Resumen

Todo cirujano debe saber que las complicaciones intra y postoperatorias son inherentes a cualquier acto quirúrgico
y por lo tanto inevitables. Pese a ello, sus esfuerzos estarán permanentemente dirigidos al desarrollo de estrategias e
iniciativas que busquen reducir al máximo su incidencia.
Sin dudas constituye un tema de gran interés, tanto para los cirujanos como las instituciones sanitarias. Además, su
enfoque puede hacerse desde diversas perspectivas. Esto se debe a que la complicación quirúrgica tiene un impacto
que va mucho más allá del paciente, centro de nuestra atención y al que nos debemos con total dedicación, también
denominado la “primera víctima”.
El cirujano y su equipo son sin lugar a duda la “segunda víctima”. Cargan con gran parte del peso tras lo sucedido,
se les cuestiona e incluso ellos mismos llegan a cuestionarse su idoneidad, su destreza y/o su profesionalismo. Sufren
consecuencias psicológicas que afectan a su entorno más cercano, sus vínculos familiares y repercuten también en su
desempeño laboral, pudiendo comprometer además la seguridad de otros pacientes. Este punto se abordará específicamente en el capítulo 3
Finalmente existe una “tercera víctima”, la institución sanitaria, que no puede ser omisa y debe garantizar recursos y
esfuerzos para asegurar un soporte y contención adecuados a su personal, tan necesario en estos casos, aunque frecuentemente desestimado. Serán un actor clave, velando por su capital humano, contribuyendo además al desarrollo de una
actitud resiliente, comprometida con la seguridad y satisfacción del paciente.
El cirujano debe aprender a convivir con las complicaciones, saber que siempre pueden ocurrir, aún en las situaciones
más inesperadas, en casos aparentemente sencillos, incluso cuando sienta que ya tiene suficiente experiencia, siendo
esta última un aliado fundamental al momento de enfrentarlas.
La aparición de complicaciones y mortalidad en cirugía está sujeta a muchas variables. Algunas son propias del paciente (edad, comorbilidades), otras de la propia patología a la que se asiste (benigna, maligna, complicada o no), de la
complejidad y duración del procedimiento a realizarse, así como de las circunstancias en las que se lleva a cabo (emergencia, urgencia, electiva). Estos factores se analizarán detalladamente en cada uno de los capítulos que componen este
Relato, en relación con los distintos procedimientos quirúrgicos que se tratarán.